El Método CANTIENICA® si usted está listo para el movimiento de calida.
Testimonios de éxito
DESCUBRIR CAPAS MUSCULARES INTERNAS HASTA ENTONCES DESCONOCIDAS
“Mi nombre es Gemma Mari Gurt, felizmente casada y con dos hijos varones. Por naturaleza soy una persona activa y dinámica, amante de la lectura y enormemente y enormemente romántica. Mi formación académica empieza en la Universidad Autónoma de Barcelona donde estudié Interpretación, para luego pasar a la Universidad de Heidelberg, donde inicié y finalicé la carrera de Deporte y Educación Física, ampliando mis estudios en las diferentes áreas de Gimnasia Funcional, Prevención y Rehabilitación y finalmente Anatomía en la Facultad de Medicina.
Desde hace 10 años soy instructora del método CANTIENICA ®, mi primer contacto con este método fue justamente después de mi primer embarazo, donde después de dar a luz, me diagnosticaron una enorme diástasis de rectos abdominales, esto es una separación de los músculos rectos del abdomen.
En una consulta con mi ginecóloga, le expliqué mi extrañeza, dado que siempre he estado entrenando antes, durante y después del parto dado mis conocimientos de fitness, su explicación me dejó un poco perpleja “sí, se le irá quitando si entrena la musculatura abdominal, pero sólo la oblicua”..... ¡si esto era precisamente lo que había hecho yo desde el principio! Mi nueva pregunta fue, ¿Qué pasa si con este entrenamiento no se me cierra la diástasis abdominal? Noto que cada vez que entreno me siento peor. Su contestación: “Pues tendremos que operar, pues una diástasis de rectos abdominales, de larga duración, puede ser peligrosa”.
Esa respuesta fue por la que siempre le estaré agradecida a mi ginecóloga, ya que me hizo reaccionar, ¡yo no voy a operarme!, creo que debe haber otra solución, un embarazo es un hecho natural, no puede ser que mi cuerpo, que siempre lo he mantenido en forma, no reaccione ante un embarazo. Y marché de la consulta con una firme resolución.
Así empecé mi búsqueda, leyendo libros, revistas, catálogos médicos y así fue mi primer contacto con CANTIENICA®, las primeras lecturas de este método me dijeron que había encontrado la solución a mi problema, fue como un amor a primera vista.
Este método es tan exacto, preciso, inteligente y sobre todo respeta la naturaleza y anatomía del cuerpo. Desde ese preciso momento, le prometí a mi cuerpo que solo así lo seguiría tratando, de esta determinación hace ya 12 años. A medida que me introducía en el método, me iba dando cuenta de lo brutal y antinatural de mis entrenamientos de años atrás. Entendí entonces que mi embarazo no fue el culpable de mi diástasis abdominal.
Con mi primera formación de CANTIENICA® (ENTRENAMIENTO DEL SUELO PÉLVICO), se me abrió una nueva dimensión completamente diferente a lo anteriormente estudiado, por primera vez conocí capas de músculos que antes no había notado, adquirí la capacidad de notar estas capas internas y hasta los mismos huesos, aprendí a cambiar las posturas cotidianas de mi cuerpo por otras mas naturales, todo esto me fascinó.
Empecé a introducirlos a mi vida cotidiana, entrenando en casa los ejercicios aprendidos y al cabo de tres semanas tenía casi cerrada por completo mi diástasis abdominal. Tuve mi segundo embarazo y a día de hoy ya está completamente cerrada y mi asimetría de cadera se ha enderezado.
El secreto fue sencillamente aprender a utilizar correctamente los músculos y huesos de mi propio cuerpo, así de claro y lógico. Y esto es lo que me fascina de este método: que te da las herramientas adecuadas para que tú mismo las utilices en tu propio cuerpo. Nunca había soñado tener la ligereza, flexibilidad y fuerza que he ganado con él, diferente a otras modalidades que había probado, como el yoga, pilates y deportes en general, en el que no llegaba a mis capas de musculaturas internas.
Estos conocimientos han sido un regalo para mi, y es esta la esencia que desde hace años imparto a mis alumnos, (sin importar la edad ni el sexo), en mis clases, en las que recuperan el derecho a descubrir su propio cuerpo en otra dimensión mucho más completa de acuerdo con su anatomía natural. Desde el año 2012 formo con gran convicción y pasión a nuevos instructores.
El método CANTIENICA®, dada la complejidad del cuerpo humano, siempre está en continua evolución y, capa tras capa, nos va introduciendo en un continuo viaje hacia el punto medio de nuestro cuerpo, dando soluciones siempre dependientes de ti mismo.”
Gemma Mari Gurt, Heidelberg (Alemania)
SE PUEDE EVITAR LAS COMPLICACIONES ASOCIADAS AL DEPORTE
“He practicado el deporte de competición durante 15 años. Muchos de mis ex-colegas deportistas han desarrollado artrosis después del periodo activo – es llamativo que sean tantos. Algunos de ellos incluso tuvieron que operarse para colocar prótesis de rodilla o de cadera. Y a todos les parecía de alguna forma normal que su pasado deportivo les exigiera su tributo.
Alrededor de los 50, también me empezaron los problemas de cadera. Fui al especialista y se hizo la radiografía. “Los huesos ya no están recibiendo suficiente riego sanguíneo ” sentenció el médico, - “le espera una operación en un tiempo previsible”. Me prescribió fisioterapia con controles cada 3 meses.
En vez de la terapia, me puse en tratamiento bajo la severa tutela de Benita Caniteni. Ella me compuso una serie de ejercicios especiales que me iban como anillo al dedo. Los practiqué consecuentemente. En la primera visita de revisión médica, los acetábulos de la cadera y la cabeza del fémur estaban completamente intactos. Todas las sombras sospechosas habían desaparecido. “Parece un milagro” me dijo el médico. “Estas cosas las veo muy raras veces.”
Desde entonces permanecí fiel al método de CANTIENICA® dos veces por semana. Llegó el momento en que también habían desaparecido las hemorroides que me habían molestado mucho.
Intentaba integrar lo mejor posible esos principios en todo lo que hago. Y cuando vuelvo a caer en los viejos patrones durante el entrenamiento de fuerza – en el acortamiento de los músculos y la compresión de las articulaciones – mi cuerpo me envía de forma fiable una señal de alarma de que eso no le gusta.
Estoy convencido de que la elongación de los huesos desde el centro de la pelvis y la activación del la musculatura profunda que resulta de ella puede enriquecer cualquier deporte. El cuerpo se vuelve flexible y reacciona con mayor rapidez, y así sabe protegerse a sí mismo ante los movimientos bruscos que dañan las articulaciones.
Leonardo H., Zúrich (Suiza)
LA CAPACIDAD DE SUFRIMIENTO DE UN DEPORTISTA
“Las peripecias de mis sufrimientos comienzan a temprana edad, con visitas regulares al ortopeda y dolores en la zona de los talones al pisar. Entonces se me dijo que eran dolores debidos al crecimiento. Es posible que fuera así. No obstante, los dolores se iban desplazando hacia arriba, a la zona del sacro y las articulaciones sacroilíacas. Allí se quedaron hasta hace un par de años! Todo empezó con un dolor punzante en la parte inferior de la espalda cuando practicamos salto de altura en el colegio. Pronto, los dolores no se limitaban solamente a los saltos, sino que se hicieron muy persistentes. En su variante más desagradable, esto suponía que cada vez que daba un paso hacia delante, sentía la punzada detrás. Andar se convirtió en una tortura a una edad de solamente 16 años. A los 18, me di por vencido y dejé el deporte. Se acabó el fútbol, el baloncesto, y mi amado kárate. Aún recuerdo el último examen de este deporte; cada uno de los gritos característicos que acompañaban un golpe era verdadero. En una tibia noche de verano, esta situación adquirió un matiz tragicómico: quise entrar en una piscina provincial al aire libre para hacer nudismo, con sandalias de Birkenstock. El salto desde la valla acabó en el coxis. ¡Qué dolor! Aún hoy se me sigue contrayendo todo cuando lo recuerdo. Durante 15 años, solo podía sentarme con cojines en la silla. Terminé el colegio y la universidad balanceándome sobre mis posaderas de un lado para otro. Mi coxis estaba tan maltrecho que siempre intentaba encogerlo, especialmente cuando alguien se me acercaba por detrás. Por supuesto que consultaba a médicos y terapeutas. Se me trataba siguiendo el principio de exclusión, a modo de: “¿esta inyección de cortisona no surte efecto? Ah, bueno, pues... entonces vamos a inyectar otra cosa.”
Después de algunos años de pausar con el deporte – entretanto me había mudado a Berlin – empecé de nuevo a practicar deporte con asiduidad, pero esta vez entre algodones, es decir en este caso, envuelto en agua. Escogí el rugby subacuático, pero a nivel de la liga nacional, aunque con un número tan reducido de actores que no era para tanto. Al principio, todo parecía ir muy bien. Pero al cambiar a la patada de delfín, volvieron los dolores, y esta vez con vehemencia. Una tarde de entrenamiento suponía que los siguientes días no pudiera caminar bien. Quedaba descartado cambiar la patada, pues a fin de cuentas a nadie le apetece nadar con el freno de mano puesto. Para eso, era mejor dejarlo y salvar el último resto de dignidad con respecto a mi sacro.
Le siguió una fase en la que solo practicaba deporte de forma esporádica, con lo cual tampoco me sentía bien, puesto que soy una persona que necesito moverme por esencia. Me encanta el deporte.
La ayuda ansiada – tanto para el deporte como para mi sacro – me llegó de una querida amiga que es fisioterapeuta desde hace 25 años. Me mandó al estudio de CANTIENICA® de Evelyn Dannhäuser en Berlin. Me entró mucha curiosidad porque era la primera fisioterapeuta que no me enviaba a un colega .
Eso fue en 2006. Después de la primera clase lo supe: éste era el método. Suena un poco mal, como si hubiera sido sugerido, pero fue la pura realidad. Ni más ni menos. El sacro y las vértebras lumbares tenían claramente más espacio y movilidad. Antes tenía una sensación como si alguien tuviera agarrados con un puño férreo la zona lumbar y el coxis. No dejaban pasar nada. Yo estaba como partido en dos. Con cada clase de entrenamiento, la energía volvía a fluir un poco más.
¿Y hoy? A veces siento una ligera molestia en el sacro como una tensión eléctrica. Pero entretanto he adquirido la competencia corporal para poder combatirlo. No vivo expuesto a los dolores ni a los médicos.
En 2010 hice mi propia formación como instructor de CANTIENICA®. ¿Y qué tipo de clientes acuden a mí? Sobre todo los que tienen problemas en la zona lumbar. Tal vez, en 1992 haya saltado muy mal. Pero en 2006 he aterrizado muy felizmente y con acierto.”
Dr. Erik Straub, Berlin (Alemania)
Cuando éramos niños, el mundo nos parece ilimitado
“Al principio estaba mi entusiasmo por el movimiento del cuerpo humano. Ya durante mis estudios de „Rhythmik“en la Universidad Folkwang en Essen y en el entrenamiento en la escuela de Lecoq en París, descubrí conexiones sorprendentes entre cuerpo y alma: Algunos ejercicios físicos a veces producían emociónes tristes inexplicables a mí y a mis compañeros.
Como entrenadora de cuerpo, trabajo con muchos pacientes diferentes. A menudo me encontré con bloqueos inexplicables que impedían o complicaban las mejoras a una desalineación o dolor más allá de un cierto punto. Desarrollé un método para mover y relajar el cuerpo en el agua. Durante este trabajo, imágenes y sentimientos aparecieron en muchos participantes como si no fuera de la nada.
¿De dónde sacuden estas imágenes y sensación corporal?
Mi formación como terapeuta de regreción con Hans TenDam respondió a esta pregunta, explicó bloqueos inexplicables y finalmente me dio una herramienta eficaz para resolverlos. Con mi entrenamiento en el método Cantienica®, que resuelve dolencias físicas con secuencias de movimiento cuidadosas, puedo mostrarte otra forma de sanar. Yo utilizo uno ó el otro método según nececidades de mi cliente. La combinación de la terapia de regreción y el método Cantienica® refleja mi profunda convicción de una estrecha conexión entre el cuerpo y el alma: el cuerpo nunca es tu enemigo; pero a veces el alma lo usa para señalar las correcciones necesarias.”
Heike Bettendorf, Fuerteventura (Islas Canarias)